martes, 18 de octubre de 2016

Barrio de Recoleta, su Cementerio y la Basilíca del Pilar

El Barrio
Recoleta es el barrio más elegante de la ciudad por sus edificios, su zona comercial y su célebre cementerio. Cuando en 1580 don Juan de Garay fundó la ciudad de Buenos Aires, repartió tierras entre los integrantes de su expedición. El sector comprendido por el actual barrio de Recoleta fue concedido a Rodrigo Ortiz de Zárate.
El nombre de este barrio porteño deriva del Convento e Iglesia de los frailes recoletos que llegaron aquí a principios del siglo XVIII. Hacia fines del mismo siglo las grandes chacras y quintas, como también los baldíos deshabitados del lugar, comenzaron a dividirse y a poblarse. Tras las frecuentes epidemias de cólera y, sobre todo la de fiebre amarilla de 1871, las familias más ricas del sur de la ciudad se desplazaron al Norte y así fueron poblando la zona.
La consolidación definitiva del barrio fue obra del primer intendente de la ciudad, Torcuato de Alvear. A partir de entonces comenzaron a construirse opulentos palacios rodeados de jardines, copiando el modelo europeo, especialmente el francés. Los arquitectos y la mano de obra eran por lo general extranjeros y los materiales importados. Hoy el barrio se distingue por la calidad de su arquitectura, el carácter aristocrático de sus residencias y palacios, y sus espléndidas plazas. La Iglesia, el Cementerio y el actual Centro Cultural constituyen un conjunto arquitectónico rico en historia.
Fuente: Barrio de la Recoleta

El Cementerio
El Cementerio de la Recoleta se encuentra ubicado en el exclusivo barrio de la Recoleta, que debe su nombre a que allí se hallaba el convento de los monjes recoletos, al que también pertenecía la vecina Basílica Nuestra Señora del Pilar (en la antigua huerta de los monjes se construyó el cementerio).
Es el más visitado de la ciudad, por sus numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas, pertenecientes a muchos de los principales protagonistas de la historia argentina, como el de Eva Perón (Evita), una de las tumbas más concurridas. Asimismo, merece una visita por su valor arquitectónico, ya que es una muestra de los tiempos en que el país era una potencia económica emergente y las principales familias de la ciudad competían por construir panteones esplendorosos. Muchas de las bóvedas y mausoleos son obra de importantes arquitectos y están adornados con mármoles y esculturas; más de 90 bóvedas han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.
Fue construido en 1822 como primer cementerio público de la ciudad y su trazado es obra del ingeniero francés Próspero Catelin. Luego, hacia fines del siglo XIX, cuando las familias más acomodadas comenzaron a mudarse hacia esta zona de la ciudad, pasó a convertirse en su necrópolis preferida. Entre las personalidades enterradas en el Cementerio de la Recoleta figuran líderes políticos, presidentes de la Nación, escritores, Premios Nobel, deportistas y empresarios.
Fuente: Cementerio de la Recoleta

Basílica del Pilar
El 18 de noviembre de 1829 se creó la parroquia del Pilar con sede en el antiguo templo del convento de los recoletos, recibiendo el Pbro. José Martínez, su primer cura párroco. El 13 de abril de 1830, la posesión del mismo. El gobierno nacional había hecho entrega del templo a la Curia eclesiástica de Buenos Aires.
Las administraciones parroquiales se han transformado en complejas para un párroco. Entre los temas a afrontar, tenemos: jurídicos, administrativos, laborales, previsionales, impositivos, bancarios, contables, informáticos, etc. Además de las parroquias, muchos sacerdotes tienen a su cargo otro tipo de entidades como fundaciones, colegios, hogares, etc; por ello, la necesidad de contar con conocimientos básicos en esas áreas.  Debído a esto, y a que la administración no es el fin de su ministerio, es recomendable, que el sacerdote se haga ayudar por laicos peritos, expertos en los saberes necesarios en cada caso.
Fuente: Basílica del Pilar Buenos Aires

Principales sitios históricos



Fuente: Gobierno de la Ciudad
Video: Lo imperdible de Buenos Aires